Vamos a mejorar la sociedad

Redes por la paz, la convivencia y la inclusión
A pesar de que el mundo está cada vez más interconectado, la paz y el desarrollo sostenible siguen estando amenazados por las violaciones de los derechos humanos, las desigualdades y la pobreza.
La Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) es la respuesta de la UNESCO a este reto. Mediante su labor, la Organización pone a disposición de los educandos de todas las edades los medios para reflexionar acerca de estos desafíos mundiales, tanto local como globalmente, y para que se vuelvan contribuyentes, en una actitud proactiva, de un mundo más pacífico, tolerante, seguro y sostenible.
La ECM es uno de los ámbitos estratégicos del Programa de Educación de la UNESCO que saca provecho del trabajo llevado a cabo por la Organización en los ámbitos de la paz y los derechos humanos. Tiene como objetivo inculcar a los educandos los valores, las actitudes y los comportamientos que constituyen la base de una ciudadanía mundial responsable: creatividad, innovación y compromiso a favor de la paz, derechos humanos y desarrollo sostenible.
Educación para la ciudadanía mundial
Según la Unesco La educación para la ciudadanía mundial aspira a ser un factor de transformación, inculcando los conocimientos, las habilidades, los valores y las actitudes que los educandos necesitan para poder contribuir a un mundo más inclusivo, justo y pacífico.
La educación para la ciudadanía mundial adopta “un enfoque polifacético, utilizando conceptos y metodologías que ya se aplican en otros ámbitos, entre ellos la educación para los derechos humanos, la educación para la paz, la educación para el desarrollo sostenible y la educación para el entendimiento internacional” y procura que se alcancen sus objetivos comunes.

La educación para la ciudadanía mundial puede contribuir considerablemente a la igualdad entre hombres y mujeres, que es una de las dos prioridades generales de la UNESCO. La educación para la ciudadanía mundial está basada en los derechos humanos, y la igualdad entre hombres y mujeres es un derecho humano fundamental.
En sus hogares y en la escuela, las niñas y los varones aprenden actitudes, roles, expectativas y comportamientos vinculados al género. La educación para la ciudadanía mundial puede respaldar la igualdad entre hombres y mujeres mediante el fomento de conocimientos, competencias, valores y actitudes que promuevan la igual valía de los hombres y las mujeres, engendren respeto y permitan a los jóvenes cuestionar críticamente los roles y las expectativas determinadas por el género y que son nocivas o alientan las discriminaciones y los estereotipos basados en él.

